lunes, 1 de febrero de 2016

En la maleta



Llegué a Vitoria hace 5 años y medio. Afortunadamente no venía sola sino con mi compañero. A pesar de que fue una decisión tomada por gusto, pues queríamos vivir en otro sitio, no fue fácil. Yo estaba muy arraigada y ligada a Murcia, a mi familia, a mi gente, a la luz del Mediterráneo… lloré, y no un día, sino bastantes. Hoy sé, que salir de aquella zona de confort me ha hecho crecer como persona: alquilar una habitación en un piso compartido, trabajar de lo que fuese, conocer gente, ....

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1 comentarios:

xabinigo dijo...

Julia, atenderé tu petición: «Sonrían a quien viene de fuera, denle una oportunidad». Y gracias por hacerla así, tan sencilla y tan intensa. No solo nos traen riqueza para compartir; también nos traen ese impulso para vivir mejor que se nos suele ir debilitando a quienes disfrutamos desde la cuna de nuestra parcela en el mundo.

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