El otro día estuve en la Cuchi con la cuadrilla tomando unos vinos. Al cuarto pote, sin atreverme a compartir con los amigos mis preocupaciones, me dije: ¿Será esto la Modernidad Líquida de que habla Zygmunt Bauman?
- ¿Qué? ¿Echamos la espuela en mi sociedad? - interrumpió Manu mis pensamientos.
Y en su txoko tomamos el quinto, que al fin y a la postre resultó fatal para mis delirios filosofales, porque yo esperaba que, además de la botella de vino, sacase un poco de queso y de jamón, algo sólido, con fundamento, para atenuar los efectos del alcohol. No fue así y cuando dimos cuenta de la segunda botella, no me quedó duda alguna de que en la actualidad estamos metidos ....
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