
“Hasta que los filósofos se encarguen del gobierno o los que gobiernan se conviertan en filósofos, de modo que el gobierno y la filosofía estén unidos, no podrá ponerse fin a la miseria de los Estados” Iratxo, que conocía muy bien la miseria humana y también su posible grandeza tanto a nivel individual como colectivo, quedó cautivado por esta propuesta de Platón. Pensó sin embargo que tras ella se escondía alguna trampa y leyó y releyó los Diálogos del filósofo ateniense para descubrir el alcance de esta frase. Después de un largo periodo de estudio y reflexión, se atrevió a comentar: ..........
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