“¡Estás solo!” me espetó, con tono e intención de reproche, alguien cercano, de quien suponía que recibiría ayuda, y no condena. Pero me sentí culpable, carecía yo en aquel momento de recursos para defenderme. Y tuvo que transcurrir un tiempo hasta que tomé conciencia, con la ayuda de mi analista, de que no era yo culpable, sino víctima, de la soledad..La pandemia nos ha hecho a muchas y muchos retomar conciencia de nuestra soledad. Pero, al contrario .....
0 comentarios:
Publicar un comentario