Voltaire dijo irónicamente: “Lo maravilloso de la guerra es que cada jefe de asesinos hace bendecir sus banderas e invoca solemnemente a Dios antes de lanzarse a exterminar al prójimo” Iratxo, que ya antes había leído muchas frases de Voltaire y conocía su humor crítico, saboreo esta expresión mordaz, se dedicó a estudiar libros de Historia que describían guerras entre seres humanos, ojeó los periódicos del día que hablaban de lo mismo y sonrió con una mueca triste y helada. Por fin exclamó: Amigo Voltaire o, mejor dicho, admirado François-Marie Arouet, veo que con esta frase escupes sobre los ojos de los generales condecorados con medallas y diagnosticas de forma sarcástica los síntomas de esa ......
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