Cuando volví a pisar la calle y contemplé a los viandantes, me quedé perplejo. Me había curado, pero me había vuelto loco. Pensé en volver al hospital y meterme de nuevo en la cama de donde había escapado. Había estado al menos diez meses en coma. Cuando oí al médico que comentaba a su camarilla: “se ha recuperado del todo, ha superado todas sus dolencias; en realidad ya podríamos darle de alta”, me hice el dormido, esperé a que no hubiera nadie en la habitación, me vestí con mis ropas encerradas en una maleta y me fui como alma que lleva el diablo. No salía de mi asombro. Toda la gente llevaba en la cara un bozal, .....
0 comentarios:
Publicar un comentario